domingo, 9 de marzo de 2008

La salvacion de eurovisión (aka la fiesta de la democracia)

La fiesta de la democracia empezó ayer con la gala para elegir la canción que debe representar a RTVE en Eurovisión. El triunfo de Rodolfo Chikilicuatre con su Chiki Chiki supone un palo a la monarquía del márqueting que intenta imponernos artistas de calidad más que dudosa por medio de programas que parecen en realidad campañas publicitarias encubiertas.



El triunfo de esta canción, que tiene mucho de gamberrada, pone en evidencia la falta de interés del público por un festival que cada año viene precedido de un circo que empieza a cansar. Pero además, muestra lo fácil que resulta trampear los métodos de participación en estos saraos, que no dejan de ser, de nuevo, un mero mecanismo para conseguir dinero.

Desde luego puedo entender el enfado de los fans del festival, al igual que del resto de participantes, por lo que supone de burla. Pero tal vez deberían plantearse la calidad de estos programas y festivales, destinados a la producción en serie de artistas de tres al cuarto, en vez de criticar a quién lo está poniendo en evidencia.

2 comentarios:

Jero Moreno dijo...

A mi me hizo aún más gracia la curiosa paradoja que para "rejuvenecer y revitalizar" el Festival se recurra al fósil viviente de ¡Hola Raffaella!

¡Vivan las mentes pensantes de RTVE!

El Sastre de Ulm dijo...

Supongo que pensarán que buena parte del público de eurovisión ya la veía en su día.

De verdad, espero que el chiki chiki sirva para que alguien se replantee un par de cosas.